Pekka es un chico muy especial. Sus padres y sus hermanos lo quieren mucho y él también los quiere. Pero Pekka no solamente ama a sus padres y hermanos, sino a todos y todo: la silla en la que se sienta, la cama, el bosque, el olor de la madre y la barba del padre. Ama a las ardillas, a las ranas y a las orugas. Sin embargo, a quienes más ama es a los pájaros y las piedras, porque éstas antes fueron pájaros.
Nominado para el Premio al Libro Juvenil en Alemania.
"...Pekka es un niño mágico que transforma el dolor en alegría de vivir, la melancolía en sueños...
En Cuando las piedras todavía eran pájaros se evoca la inocencia y la magia de la niñez de la mano de un niño diferente que no sabe cómo es cuando uno es inteligente, ni le preocupa. Pero sí sabe qué es amar, porque es el campeón del mundo en amar a la gente. Quizá sólo baste esto para transformar a este libro en un texto valioso y fuera de lo común" (Marcela Carranza en Imaginaria).