xoves, 29 de novembro de 2007
La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual. Miguel de Unamuno
No tengamos envidia de nadie ni de nada, tal y como decía don Miguel de Unamuno que nació tal día como hoy en 1864, sino que enriquezcamos nuestro bagaje espiritual compartiendo conocimientos. En esta época que nos ha tocado vivir en la que saber no está de moda, aprendamos de este gran profesor que no dejó en ningún momento de su vida de darle vueltas a las ideas.
Disfrutemos con este fragmento de Niebla:
"El amor precede al conocimiento, y este mata a aquel. Nihil volitum quin praecognitum, me enseñó el padre Zaramillo, pero yo he llegado a la conclusión contraria y es que nihil cognitum quin praevolitum. Conocer es perdonar, dicen. No, perdonar es conocer. Primero el amor, el conocimiento después. Pero ¿cómo no vi que me daba mate al descubierto? Y para amar algo, ¿qué basta? ¡Vislumbrarlo! El vislumbre; he aquí la intuición amorosa, el vislumbre en la niebla. Luego viene el precisarse, la visión perfecta, el resolverse la niebla en gotas de agua o en granizo, o en nieve, o en piedra. La ciencia es una pedrea. ¡No, no, niebla, niebla! ¡Quién fuera águila para pasearse por los senos de las nubes! Y ver al sol a través de ellas, como lumbre nebulosa también."
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