Los cambios en la sociedad llevan consigo nuevos usos de las
viviendas, como trabajar desde casa, o, viviendas diseñadas para ser
compartidas, no por una familia, sino por un grupo de amigos.
Se pretende que la vivienda evolucione, que se transforme
para adaptarse a las necesidades cambiantes de sus habitantes a lo largo de su
vida: los hijos permanecen en casa más tiempo, se tienen hijos más tarde,
aumenta la esperanza de vida y la población mayor se incrementa.
Esto implica que los usos de los espacios y, el número de espacios demandados por los habitantes para
cubrir sus necesidades, puedan variar enormemente a lo largo de la vida de la
vivienda.
La innovación busca entonces la flexibilidad total en los
edificios de viviendas: en las posibilidades de organización del espacio
interior de la vivienda (tabiques móviles), e incluso, llegando hasta la posibilidad
de poder incorporar espacios anexos: el espacio del edificio podría ser
flexible en general y disponer de espacios accesibles pero no pertenecientes a
la vivienda de forma permanente.
Por otra parte los arquitectos pretenden que la vivienda sea
capaz de amoldarse a los usos individuales de cada uno de sus habitantes. El
espacio se organiza por su uso y por las actividades de sus usuarios, y no por
el número de metros cuadrados. Por ejemplo, una innovación sería un tipo de
edificio que ofreciese un lugar de socialización y de recreación común.
Otros cambios destacables, sobre todo en las grandes ciudades,
en los nuevos modos de vida, hacen que las viviendas mínimas se estén
multiplicando. En estos casos, puede ser que la cocina de la vivienda se reduzca
mucho de tamaño, e incluso sea eliminada, pudiendo ser sustituida por cocinas
comunes en los edificios. También puede ser que el baño o la sala de estar sean
“reinterpretados” y resueltos de distintas formas.
Y lo más importante, los cambios tecnológicos destinados al
desarrollo sostenible, que pueden suponer una gran transformación en los
materiales utilizados o en los diseños de los edificios.
Estos diseños pueden llegar a ser revolucionarios. Se han elaborado ya diseños de edificios de construcción “dinámica” cuya estructura podría girar para mejorar su orientación y optimizar la eficiencia energética del edificio. Se trata de un proyecto del arquitecto David Fisher que se llevará a cabo en Dubai para el 2020.
Estos diseños pueden llegar a ser revolucionarios. Se han elaborado ya diseños de edificios de construcción “dinámica” cuya estructura podría girar para mejorar su orientación y optimizar la eficiencia energética del edificio. Se trata de un proyecto del arquitecto David Fisher que se llevará a cabo en Dubai para el 2020.
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