He de reconocerlo: tengo debilidad por Almudena Grandes. No es sólo que me gustan sus novelas porque describe las peripecias de los protagonistas con la naturalidad de lo cotidiano, sino porque sus historias son mis historias, las historias de una generación que creció callando lo que oíamos a escondidas, con temor a preguntar por descubrir algo que no nos dejaría dormir... y sobre todo porque somos de una generación que creció sólo con la carta de ajuste durante la merienda y poco más, que en las tardes de invierno sólo quedaba hacer dibujos con las pinturas que te regalaban los tíos, leer las historias de las maravillosas bibliotecas juveniles o... escribir. Almudena empezó a escribir porque esas tardes de domingo dibujaba muy mal. Benditas tardes lluviosas que ayudaron a conformar futuros escritores en ciernes.
Con El corazón helado su autora nos da una visión intimista de la historia del odio de este país.
Tal y como decía Antonio Machado:
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón
Lee un fragmento y disfruta de una entrevista con la autora.
Ningún comentario :
Publicar un comentario