Precioso cortometraje sobre la persistencia en comunicar y cómo crear comunicación.
Con aviones de papel las palabras siguen viajando y aunque no es fácil que el mensaje llegue al destino deseado, mucho depende de la mano que lo lanza, la del viento y sobre todo, la casualidad con que solo se haya levantado ese día. Nada de esto parece detener al protagonista de esta historia, pero como pasa muchas veces, nuestros actos tienen consecuencias insospechadas y el destino siempre termina saliéndose con la suya.
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